Australia: El Banco Central se mantiene firme en abril
En su reunión de los días 31 de marzo y 1 de abril, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) puso fin a su ciclo de relajación de la política monetaria, manteniendo el objetivo del tipo de efectivo del RBA en el 4,10%. La medida había sido anticipada por los mercados y siguió a un recorte de 25 puntos básicos en febrero, la primera reducción de tipos desde noviembre de 2020.
El Banco de Reserva de Australia señaló que la inflación ha disminuido significativamente desde su máximo de 2022, en un contexto de política monetaria restrictiva, y que las presiones subyacentes sobre los precios han seguido evolucionando de forma coherente con sus previsiones de febrero. Además, el Banco señaló que la demanda privada sigue siendo lenta y que las presiones salariales han disminuido. Con todo, el RBA destacó la creciente incertidumbre en torno a las perspectivas económicas mundiales, en particular en relación con la política arancelaria de Estados Unidos. Además, el Banco señaló signos de un mercado laboral persistentemente fuerte. Estos dos factores desaconsejaron un recorte de tipos, y el RBA declaró que necesita tener «confianza» en que la inflación volverá de forma sostenible al punto medio de su banda objetivo del 2,0-3,0%.
En su comunicado, el Banco de la Reserva de Australia adoptó un tono más moderado que en reuniones anteriores, manteniendo su anterior orientación de que el Banco era «prudente en cuanto a las perspectivas de una mayor relajación de la política monetaria». En una declaración posterior, la Gobernadora Michele Bullock subrayó que el RBA adoptará un enfoque dependiente de los datos en medio de una incertidumbre significativa sobre el impacto del deterioro del contexto comercial en la actividad económica y la inflación. Aun así, nuestros panelistas ven margen para otro recorte de un cuarto de punto en el segundo trimestre, y luego otras reducciones de entre 25 y 50 puntos básicos para finales de 2025, esperando que la inflación se mantenga dentro del objetivo y el crecimiento del PIB sea débil para los estándares prepandémicos en general en 2025. Dicho esto, una inflación subyacente superior a la prevista constituye un riesgo al alza. El Banco volverá a reunirse los días 19 y 20 de mayo.
Los analistas de EIU comentaron: «Hasta que se aclaren los planes del Gobierno estadounidense, seguimos opinando que el RBA recortará el OCR otros 75 puntos básicos en lo que queda de 2025, y que la próxima reducción se producirá en mayo. Andrew Ticehurst y David Seif, de Nomura, se mostraron más críticos: «El mercado confía más que nosotros en un recorte en mayo, y también está valorando un tipo terminal más bajo. […] En general, pensamos que esta comunicación da al RBA una flexibilidad política completa, lo que es valioso para un banco central en tiempos de incertidumbre. Nuestras perspectivas de política monetaria se mantienen sin cambios; seguimos inclinándonos por un recorte de tipos de 25 puntos básicos en mayo y otro en agosto».