Eslovenia: La economía registra en el primer trimestre la mayor contracción desde la pandemia de Covid-19
El PIB se contrajo inesperadamente un 0,7% interanual en el primer trimestre (4T 2024: +1,5% interanual), marcando el peor resultado desde la caída inducida por la pandemia en el 4T 2020 y situándose como el peor resultado de la zona euro.
En términos intertrimestrales desestacionalizados, la actividad económica cayó un 0,8% en el primer trimestre, lo que contrasta con el crecimiento del 0,3% del periodo anterior y supone también el mayor retroceso desde el cuarto trimestre de 2020.
El descenso interanual fue generalizado. A nivel interno, el consumo de los hogares, que representa más del 50% del PIB, creció a un ritmo más débil del 0,4% en el primer trimestre (4T 2024: +1,2% interanual), lastrado por una inflación más elevada que en el trimestre anterior. Además, el gasto público se desaceleró hasta el 2,6% (4T 2024: +5,7% interanual), el peor resultado en más de un año. Por su parte, la inversión fija cayó a un ritmo ligeramente inferior del 5,1% en el primer trimestre (4T 2024: -5,2% interanual), registrando el cuarto trimestre consecutivo de contracción debido a la atonía del sector de la construcción.
En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios casi se detuvo, cayendo al 0,1% en el 1T (4T 2024: +3,9% interanual) y marcando la peor lectura en un año. Por su parte, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se moderó hasta el 1,9% en el 1T (4T 2024: +2,3% interanual).
Nuestros panelistas esperan que la economía mejore en el segundo trimestre tras la caída del primero. Dicho esto, es probable que los aranceles estadounidenses sobre los automóviles supongan un lastre para la economía eslovena en este trimestre.
En el conjunto de 2025, nuestro Consenso es que la economía cobre impulso a partir de 2024. Los recortes de tipos del BCE, los fondos de la UE y el gasto militar deberían provocar un repunte de la inversión fija e impulsar el consumo privado. Sin embargo, el motor de la economía no funcionará a pleno rendimiento: se espera que el gasto público pierda impulso y el crecimiento del PIB sea relativamente moderado. Una ralentización de la demanda de la UE mayor de lo previsto es el principal riesgo a la baja.
En cuanto a las perspectivas, Alen Kovac, analista de Erste Bank, declaró: «De cara a este año, seguimos viendo que la demanda interna sigue siendo un motor clave del crecimiento, con un consumo privado que mantiene un ritmo de crecimiento constante, junto con la mejora prevista del perfil de inversión. Por el contrario, los retos que plantea la evolución de la demanda exterior seguirán pesando sobre las perspectivas de exportación, lo que reducirá la contribución de las exportaciones netas en el futuro. La decepcionante producción del 1T25 [sugiere] una revisión a la baja de nuestra actual previsión de crecimiento para el año fiscal 25».