España: El crecimiento económico disminuye en el tercer trimestre de 2025
Según una lectura preliminar, el PIB de España creció un 0,6% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el tercer trimestre, tras una expansión del 0,8% en el trimestre anterior. A pesar de la ralentización, el crecimiento del PIB se mantuvo cómodamente por encima de la media de la zona del euro, como ha ocurrido casi siempre desde el inicio de la recuperación post-pandémica a finales de 2021.
En comparación con los datos del trimestre anterior, las cifras del tercer trimestre empeoraron para las exportaciones de bienes y servicios (-0,6% en tasa intertrimestral desestacionalizada frente a +1,3% en el segundo trimestre) y las importaciones de bienes y servicios (+1,1% frente a +1,6% en el segundo trimestre). Como resultado, el comercio neto restó 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB. En cambio, repuntaron el consumo privado (+1,2% frente a +0,7% en el 2T), el consumo público (+1,1% frente a 0,0% en el 2T) y la inversión fija (+1,7% frente a +0,7% en el 2T). Por consiguiente, la demanda interna añadió 1,2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, probablemente respaldada por la bajada de los tipos de interés y las continuas entradas de fondos de la UE. En términos anuales, el PIB creció un 2,8% en el tercer trimestre, tras una expansión del 3,0% en el trimestre anterior.
Nuestro panel de economistas ha seguido elevando sus previsiones de crecimiento del PIB español para este año, con nuevas mejoras en las últimas semanas. La lectura del 3T sugiere que la fuerte demanda interna, reforzada en parte por la bajada de los tipos de interés, debería ser capaz de contrarrestar el impacto de la ralentización del crecimiento del turismo. Con todo, el crecimiento secuencial del PIB se ralentizará ligeramente en el 4T, antes de estabilizarse hasta finales de 2026.
Ruben Dewitte, de ING, declaró: «Las últimas cifras sugieren que España se encuentra en una senda de normalización desde el punto álgido de un ciclo económico positivo. Los indicadores adelantados, como los PMI manufactureros y las encuestas empresariales de la DG ECFIN, apuntan a un enfriamiento del impulso industrial. El turismo también muestra signos de desaceleración, aunque desde niveles elevados».