Japón: La inflación se acelera en septiembre respecto a agosto
Los precios de consumo aumentaron un 2,9% interanual en septiembre, tras una subida del 2,7% el mes anterior. En relación con los datos del mes anterior, se registraron mayores presiones sobre los precios de la energía (+2,3% interanual frente a -3,3% en agosto). Por el contrario, en septiembre se redujeron las presiones sobre los precios de los alimentos (+6,7% frente a +7,2% en agosto) y la vivienda (+1,0% frente a +1,1% en agosto). Por último, la variación de los precios del transporte fue la misma que la del mes anterior (+3,0% en septiembre y agosto). El repunte de los precios de la energía se debió en gran medida a un efecto estadístico de base: la inflación de la energía cayó bruscamente en septiembre como consecuencia de las medidas del Gobierno para limitar los costes de la electricidad y el gas. Mientras tanto, los precios de consumo subyacentes aumentaron un 2,9% interanual en septiembre, tras una subida del 2,7% en el mes anterior. Por último, los precios de consumo bajaron un 0,07% en septiembre en términos intermensuales, tras una subida del 0,16% el mes anterior.
Nuestros panelistas prevén que la inflación se enfríe por tercer trimestre consecutivo en el cuarto trimestre, alcanzando el nivel más bajo desde el primer trimestre de 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania disparó los precios de la energía y la reapertura económica tras la pandemia del virus Covid provocó un repunte de la demanda. La inflación debería reducirse aún más en el primer trimestre de 2026, antes de situarse justo por debajo del objetivo del 2,0% fijado por el Banco de Japón. Los principales motores de esta tendencia a la baja son la subida de los tipos de interés, el fortalecimiento del yen y la tibieza de los precios del petróleo. Con todo, sigue siendo improbable que se repita la deflación que asoló Japón durante décadas antes de la pandemia de Covid. Será clave vigilar las políticas de la nueva Primera Ministra, Sanae Takaichi. Takaichi ha prometido atajar la crisis del coste de la vida en Japón, que en un reciente discurso calificó de «máxima prioridad» del gobierno. Las medidas prometidas incluyen recortes en el impuesto sobre la gasolina, reducciones en los costes de la electricidad y el gas durante el invierno, y la gratuidad de las matrículas de secundaria a partir de abril.
Min Joo Kang, de ING, declaró: «La presión inflacionista subyacente sigue firme. Otros datos indican que el firme crecimiento de los salarios está impulsando el gasto privado. Además, es probable que la debilidad del yen añada más presión a corto plazo. Por tanto, esto apoyará la subida de tipos del BoJ en los próximos meses».