Rusia: La inflación se enfría por primera vez en seis meses, pero sigue siendo elevada en abril
La inflación bajó al 10,2% en abril, frente al 10,3% de marzo, lo que supone el primer descenso de la presión sobre los precios desde octubre de 2024. Aun así, la cifra de abril se mantuvo por encima del objetivo del 4,0% del Banco Central de Rusia (BCR): El estímulo fiscal y una menor cosecha siguieron avivando las presiones sobre los costes, impulsando subidas más rápidas en los bienes alimentarios. Con todo, los bienes no alimentarios y los servicios subieron a un ritmo más suave en abril. Por otra parte, la reciente fortaleza de la moneda y los indicios de una menor escasez de mano de obra probablemente mantuvieron los precios bajo control. En consecuencia, la tendencia apuntó ligeramente al alza, con una inflación media anual del 9,3% en abril (marzo: 9,1%). Por su parte, la inflación subyacente bajó al 9,2% en abril, frente al 9,7% de marzo. Por último, los precios al consumo aumentaron un 0,40% en abril, frente al 0,65% de marzo. El resultado de abril marcó la subida de precios más suave desde agosto de 2024.
Nuestro panel espera que la desinflación continúe de forma sostenida hasta el cuarto trimestre de 2026, a medida que el efecto de base se refuerce y el efecto de las subidas de tipos acumuladas de 500 puntos básicos desde el segundo semestre de 2024 impregne la economía real, endureciendo las condiciones crediticias e incentivando el ahorro de los hogares. Aun así, se prevé que la inflación se sitúe este año en torno a los niveles de 2024 -más del doble del objetivo del BCR- y que sólo caiga por debajo de la media decenal prepandémica del 6,9% en 2026, mantenida elevada por las sanciones y la política fiscal expansiva. Un alto el fuego duradero que alivie las restricciones comerciales y la escasez de mano de obra constituye un riesgo a la baja.