España: El crecimiento del PIB se enfría en el primer trimestre
La actividad económica se debilitó en el primer trimestre, con una expansión del PIB del 0,6% en tasa intertrimestral desestacionalizada (4T 2024: +0,7 intertrimestral anual), por debajo de las expectativas del mercado y registrando el peor resultado desde el 2T 2023. No obstante, España siguió siendo la gran economía de la zona euro que más creció, y la cifra superó la media del grupo del 0,4%.
En términos interanuales desestacionalizados, el crecimiento económico disminuyó al 2,8% en el primer trimestre, tras el aumento del 3,3% del trimestre anterior, lo que supone el peor resultado desde el primer trimestre de 2024.
El crecimiento del gasto de los hogares cayó al 0,4% en el primer trimestre, marcando la expansión más débil desde el cuarto trimestre de 2023 (cuarto trimestre de 2024: +0,9% interanual intertrimestral), en un contexto de aumento del desempleo y la inflación. Por otra parte, el crecimiento de la inversión fija se ralentizó hasta el 1,1% en el 1T, tras el 3,5% registrado en el trimestre anterior. Por su parte, el consumo público se mantuvo sin cambios, con una expansión del 0,2% en el 1T (4T 2024: +0,2% intertrimestral). En consecuencia, la demanda interna contribuyó en 0,4 puntos porcentuales a la lectura general, muy por debajo de los 1,2 puntos porcentuales del cuarto trimestre. En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios mejoró hasta el 1,0% en el primer trimestre (cuarto trimestre de 2024: +0,1% intertrimestral), con una aceleración de las exportaciones de servicios y una caída más suave de las exportaciones de bienes. Por el contrario, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios disminuyó hasta el 0,7% en el 1T (4T 2024: +1,3% intertrimestral), lo que supone la cifra más baja desde el 2T 2024. En conjunto, la demanda exterior contribuyó en 0,2 puntos porcentuales a la cifra global, mejorando la detracción de 0,4 puntos porcentuales del cuarto trimestre.
Nuestro panel de expertos espera que el crecimiento secuencial del PIB disminuya ligeramente en los próximos trimestres, y las previsiones para el segundo trimestre se están revisando a la baja: El 28 de abril, España sufrió un apagón generalizado que paralizó la actividad económica en general. El suministro eléctrico se restableció el 29 de abril, pero las primeras estimaciones apuntan a una pérdida de PIB de 1.600 millones de euros, en torno al 0,1% del PIB. En cuanto a las recientes tensiones comerciales entre EE.UU. y la UE, la economía española debería afrontar vientos en contra más suaves que sus homólogas regionales, ya que sólo exporta a EE.UU. bienes por valor del 1,2% de su PIB, muy por debajo de la media del 3,0% de la zona euro. En cualquier caso, el crecimiento de las exportaciones se ralentizará en el conjunto del año y, junto con un menor gasto público, el crecimiento del PIB en 2025 se situará por debajo de la cifra de 2024. Dicho esto, el gasto privado y la inversión fija mantendrán un impulso muy superior al tendencial.
Los analistas del EIU comentaron las perspectivas: «Junto con otros países del sur de Europa, España seguirá disfrutando de una de las tasas de crecimiento más rápidas de la región, tras recuperarse de la recesión inducida por la pandemia más rápidamente que Alemania, pero por detrás de Grecia y Portugal. Esto se debe a un efecto arrastre del crecimiento estelar de 2024, así como a una fuerte competitividad de los costes laborales, un generoso gasto fiscal respaldado por los fondos de la UE y un boyante sector turístico.»